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Föllakzoid - II (2013)

Seguimos con esta semana de mucho progresivo latinoamericano de exportación, y volvemos con una banda que presentáramos oportunamente: los chilenos Föllakzoid con su estilo tan frecuente en latinoamérica (vaya uno a saber porqué razón): una especie de Krautrock psicodélico, electrónico y espacial bien lisérgico, llevando las densas atmósferas creadas a su vertiente más hipnótica, en una fórmula que los ha situado como uno de los principales exponentes de una generación que -como los profetas-, ha logrado mayor atención en el extranjero que en su propia tierra. Kraut a la estratosfera!!!

Artista: Föllakzoid
Álbum: II
Año: 2013
Género: Rock psicodélico / Space rock / Krautrock
Duración: 42:46
Nacionalidad: Chile


En su sonido podríamos referenciar a Ozric Tentacles, Hawkwind, Neu! y varios más, pero la verdad mejor hablamos de ellos, porque hay bastante para decir. El segundo álbum de Föllakzoid en una repetición sin fin. Para aquellos a los que les gustan los largos descansos fuera de la realidad. Para los amantes del krautrock psicodélico, quizás esto no sea para todos. Tienes que amar el repitition. No tienes necesidad de ruido. Tal vez a veces tomas retiros de meditación.


Si en su primera excursión (si la has escuchado), los Föllakzoid te llevaron a las regiones más profundas de la galaxia, arrojaron tu nave estelar y cortaron la cuerda, dejándote a la deriva hacia lo desconocido. Ahora, considera a "Föllakzoid II" como la continuación de tu viaje trascendental desde ese desconocido, donde ahora todas las cosas son raras pero familiares, vistas con la perspectiva y la experiencia de algo que ya conoces. Por suerte, tenemos bastantes comentarios del disco, así que vamos a repasar distintas opiniones, porque todo esto es muy pero muy subjetivo...

Hipnótico, convulso y trippy segundo disco de los chilenos Follakzoid, auspiciados esta vez, por la estimulante disquera de Brooklyn, Sacred Bones. No se puede decir que "II" suponga un riesgo con respecto a su debut, sino mas bien un enriquecimiento y desarrollo de la fórmula psicodelica mostrada en su debut.
Es cierto que las comparaciones con otros grupos no se harán esperar, sin embargo, los chilenos demuestran clase y capacidad para crear paisajes sonoros psiquicos llenos de experiencias, manifestaciones y conexiones, sobre todo en temas largos y a base de repique de percusiones, bajos minimales, voces bajo efectos varios y una guitarra alucinante.
Más que recomendable
Gusdan

Corría el año 2006 y en la música chilena se generarían una seguidilla de acontecimientos que marcarían un antes y un después en su historia más reciente. A la irrupción del Folk y el Pop en los circuitos más populares de la música independiente, se le sumaría la Psicodélia, el Space Rock y otras corrientes musicales que desde una trinchera mucho más underground encenderían la escena con una propuesta mucho más arriesgada y vanguardista.
A este último grupo pertenecería Föllakzoid, la banda de Krautrock y Neo-psicodélia (o lo que ellos mismo bautizan como “Música Cósmica”) comenzaba a formar lo que sería su sonido cuando tres amigos de infancia –bajo/voz, guitarra y batería- se juntaran a improvisar en una sección que duraría horas y en donde surgiera una química lo suficientemente potente como para sumergirlos en un trance hipnótico. Dando sus primeros frutos el día de su debut, un 7/7/7, medio año más tarde de aquella experiencia fundamental. Ya en 2009, y luego de integrar una guitarra a su formación oficial, lanzaron su primer álbum homónimo por el sello creado junto a otras bandas de la escena, “BYM (Blow Your Mind) Records”. A tres años de eso y un Ep (12”) de por medio, llegaría su segundo disco, “II”, que vio la luz en Enero de 2013 y del cual les hablaremos ahora, mientras esperamos el lanzamiento de su tercer LP, para el primer semestre de este 2015.
El disco de Föllakzoid abre con “9”, inclinándose desde un principio por un sonido con ciertas remanencias tribales, todo gracias al 4/4 de su batería que junto a unas discretas pero creciente líneas de bajo logran construir una estructura de fondo compacta, donde tanto la guitarra como el sintetizador -especialmente éste último- destacan en la superficie a medida que se aproxima el cierre.
“Río”, el segundo y probablemente uno de los mejores temas del disco tiene a la guitarra como gran protagonista, inicia con un distintivo fraseo que será un tópico recurrente durante todo el tema y se va desarrollando en grandilocuentes paisajes de un sonido muy garage y psicodélico. La voz distante nos recuerda a Jason Pierce de “Spaceman 3” mientras la estática base de batería, bajo, y sintetizador nos hará transitar por un hipnótico viaje de siete minutos. Ponte cómod@, cierra los ojos y déjate ir…
“Trees”, un amalgama entre sintetizador, batería y bajo es la fuerza motora, “el motorik” de un tema (que mejor sería denominarle trayecto) de seis minutos treinta, visitado a cada tanto por una guitarra que aporta la psicodélia como ingrediente estético y una voz espectral que nos pregunta “Si nos estamos sintiendo solos” (“Are you feeling lonely?”), enriqueciendo con pequeñas pero definitorias apariciones unos espacios sonoros amplios y etéreos. Menos es más.
Le sigue “99”, iniciando con una guitarra delay acompañada por Goliat y Toms de batería muy presentes, se le suma un bajo punzante unido a una lisérgica guitarra y una voz en reverb que musita palabras inentendibles, acá las letras no son importantes para Föllakzoid. El sintetizador se encarga de cerrar todo con su omnipresente interferencia, que viene a contrastar el camino tomado por el resto de los instrumentos. Siendo éste el tema más oscuro de los cinco que componen “II”.
Llega a cerrar el disco, “Pulsar”, otro muy buen tema que en sus 12 minutos pone de manifiesto todos los elementos que conforman el sonido de la banda, erigiéndose como la más irrefutable declaración de principios.
Es así como Föllakzoid nos entrega con “II” un disco inspirado, reflejo de la comunicación musical casi orgánica de sus integrantes y que desde un principio nos hace recordar a “Neu!” la banda alemana de Krautrock con la que comparten sonido y estructura. Transformando sus 47 minutos de duración en un viaje para cerrar los ojos y disolverse en el espacio.
Isabella Richter

¿Quieren más? aquí les dejo un video, y pasen a ver la entrada completa de esta continuación del viaje a las estrellas lisérgicas de los chilenos Föllakzoid, un trabajo hipnótico, completa, briosa y fantasmal donde las imágenes emergen, se transforman, se entrelazan y despliegan con una lentitud sin pausa.




Muy buenos músicos con un pensamiento colectivo y creativo para componer. La producción del álbum es muy buena. Música bastante... truculenta, que funciona muy bien cuando te recuestas a descansar y cierras los ojos. Crea un buen ambiente y un estado de ánimo acorde a lo que buscan lograr con sus poderoso riffs y algunas buenas melodías. Realmente encantador para quien le guste el estilo.

Del mismo modo que Sudamérica se orienta hacia África, amagando con una ruptura pasada o un encuentro aún por conocer, Föllakzoid se dirigen con pies de plomo hacia el krautrock y el trono de la psicodelia contemporánea. La colisión entre ambos continentes es o bien el resultado de meras teorías geológicas o bien suposiciones futuras, pero por el momento nada tiene de real. Del mismo modo, nada tienen Föllakzoid que aún les eleve hacia los altares del space rock, pero a partir de su disco debut, II, podemos divagar y teorizar sobre su esplendor venidero. ¿Colisionarán, a años vista, con el cadáver siempre reivindicable de Hawkwind o Neu!? La silueta de II invita a pensar en ello.
De Chile al resto del espacio
No era casual la referencia a Sudamérica, por descontado, ya que Föllakzoid parecen ser el estandarte de la nueva y deslumbrante escena de psicodelia chilena, que ha recibido todo tipo de parabienes en la radio de EiTB, en The New York Times y en The Guardian. Una maraña de nombres, aún breves (Jessika Kenney and Eyvind Kang, Dawn Richard, Aruán Ortiz), a los que habrá que seguir el rastro tras el soberano primer trabajo de Föllakzoid, de los que se pueden intuir pistas de su talento antes siquiera de acceder a su música. Edita Sacred Bones Records, no en vano, que ha encontrado en los chilenos el modo más idóneo para cimentar un 2013 igual de antológico que su 2012.
Desde Sacred Bones y Chile al resto del espacio, en un viaje por la galaxia junto a ti. Föllakzoid hacen de la repetición constante un proyectil sideral que emulsiona y se dirige hacia el rincón del cerebro más apto para el trance. Del krautrock de los setenta aún quedan estupendos estertores en la escena actual: podemos hablar de Lumerians o de Dead Skeletons como grupos habilitados para ser referentes futuros de la psicodelia del presente, y en su misma onda caminan Föllakzoid. El trance como objetivo, la repetición, el estallido de sensaciones psíquicas, el motorik, la lisergia grandilocuente y pausada, que se reproduce a cámara lenta, con calma y reposo. Las virtudes de unos y otros grupos se confunden y los resultados son los mismos: discos excitantes.
Föllakzoid saben labrar su propio camino, en cualquier caso. No hay especiales síntomas de especificidad geográfica en sus canciones, pero si optan por desarrollar con amplitud todas sus ideas. II es un crescendo constante. Cada canción es más larga que la anterior, y todas conducen a estrellas a punto de explotar. II es el viaje de millones de años que hay que recorrer hasta observar la supernova definitiva, el estallido de muerte de una superestrella confusa, vieja y desgastada. Un viaje abortado en el momento culmen; un crescendo que no estalla, para el que apenas se intuye fin; una estrella moribunda que nunca se deja vencer.
Progresiones lentas y experimentales
Así que es normal que, a ratos, II sea un disco ligero, al que se le podría exigir algo más de agresividad. Pero no es misión de Föllakzoid conducirnos por los parajes explosivos de otras formas de psicodelia. Ellos entienden la música desde la lentitud, porque en el espacio las distancias son enormes y nunca seremos capaces de movernos tan rápidos como desearíamos. Es el mensaje que parece transmitir II desde su inicio, ‘9’, hasta su final, la soberbia ‘Pulsar’. A ratos, Föllakzoid parecen haber comprendido mejor que nadie el sentido experimental del krautrock alemán y ‘Pulsar’ y ‘99’ son dos excelentes ejemplos de ello.
Hay quien ha querido ver en Föllakzoid trazos de la omnipresente sombra de Spacemen 3, pero no creo que este sea el caso. La comparación con Faust, o con los ya citados Neu!, podría ser mucho más acertada. En cualquier caso, II es un disco que merece la pena por sí mismo y no por las aburridas y recurrentes referencias en las que los críticos tendemos a enredarnos. Es más sencillo pensar en II y en Föllakzoid como los embajadores de un nuevo rock cósmico, que camina en sintonía con algunos de los sonidos que actualmente se gestan en la escena psicodélica pero que, es posible que dada su procedencia chilena, se aísle en temáticas sonoras propias y progresiones mucho más largas e instrumentales que cualquiera de sus compañeros de generación.
7.3/10
Ahí reside parte de la particularidad de Föllakzoid, en su desprecio casi total por las letras. Cuando aparecen lo hacen para evocar sonidos repetitivos, ecos del más allá, y siempre quedan ocultas bajo el manto desconcertante de algún pedal extravagante o de ruidos siniestros y fantasmales. Si no sabéis por dónde empezar, ‘Trees’ es la canción con más gancho (siete minutos de nada). ¿Lo más parecido a un hit? No, Föllakzoid no quieren hits. No para este mundo, no para esta galaxia.
Hipersónica


Cerrar los ojos y concentrar todas tus energías en un inminente viaje iniciático hacia lugares más allá de la imaginación humana, a los límites propios del Universo conocido —unos límites que irán modificándose según vayamos fijando nuestra visión en ellos y saboreando de primera mano la verdadera magnitud del Universo— para explorar una realidad paralela en la que podamos descubrir una nueva Verdad ante nosotros. La música aquí toma el papel de elemento expansivo, es el vehículo que nosotros usaremos para ayudarnos a descubrir nuevos estados de conciencia en la que experimentemos nuevas y hasta ahora desconocidas sensaciones. Una invitación a un viaje hacia lo desconocido —con la dosis de miedo irracional que esto conlleva, por supuesto— pero en el que la innata curiosidad del ser humano consigue tranquilizar a nuestro a veces conservador instinto de supervivencia para caer en la tentación y experimentar un nuevo estado de conciencia, una colección de inexploradas. Unas sensaciones que se canalizan perfectamente a través de II, la segunda obra de los chilenos Föllakzoid.
Este segundo lanzamiento de Föllakzoid te abduce y te atrapa en su seno con la única misión de liberarte de cualquier obstáculo, de ese pesado lastre que se adhiere a tu parte terrenal y material impidiéndote alcanzar nuevas cotas de conocimiento. Te convierte en un ente ligero, etéreo y pone a tu disposición todos los secretos del Universo que hasta ahora te resultaban extraños y abstractos hasta que por arte y gracia de este II, se resuelven ante tus ojos con una claridad nívea sumergiéndote en un trance superior. El vehículo en el que realizaremos este viaje toma forma de krautrock, de ese krautrock de sugerente espíritu espacial y curioso de la escuela bávara. Los elementos que esperamos de una obra enmarcada en este género están ahí perfectamente alineados para nosotros, sugerentes y construidos, como no, sobre una rotunda base motorik que da soporte a una no tan arquetípica atmósfera que se encuentra entre lo lúgubre y lo espacial acercándolos si no en el sonido sí a la misma corriente intelectual que Popol Vuh, sobre todo en la más larga, mística y espacial de las canciones de este álbum; Pulsar, en la que un intenso y abrasivo loop nos acompañará durante los poco más de quince minutos de esta canción en la que se despliega toda la idiosincrasia del cuarteto. Lo propuesta de Föllakzoid en los algo más de cuarenta y cinco minutos ofrece también varios momentos de inspiración psicodélica, muy posiblemente por el bagaje de sus miembros en otros proyectos y por saberse herederos a esa ola psicodélica chilena y progresiva que emergió durante la dictadura.
La propuesta de Föllakzoid es clara y sincera, ellos quieren, y lo consiguen, convertirse en tu vehículo para llevarte en un trance más allá de toda frontera conocida. En tu mano está abrir la mente a esta experiencia trascendental y expandir tus límites usando los sonidos espaciales de este cuarteto chileno como excusa para alcanzar ese objetivo.
Xabier Cortés


Un grupo como los chilenos Föllakzoid, formada por amigos de la infancia que se dedican a la fotografía, a la arquitectura, al cine y a la producción de festivales, decididamente no podía sonar a casi nada de lo que suena actualmente en los clubs y antros musicales hoy en día. Bueno, el kraut rock tirando a cósmico está de moda, sí, pero pocos lo hacen de manera tan personal e intransferible como estos pololos amantes del psych ruoq. En su nuevo trabajo, “II”, editado en el label de Brooklyn Sacred Bones (casa de bandas como Moon Duo o Zola Jesus), el cuarteto ha afianzado su propuesta, que sigue siendo mutante, onírica y casi alienígena, pero desprendiendo un punto más terrenal que sus anteriores discos.
Con eso no quiero decir que suenen más “normales”, sino que a lo largo de las cinco canciones que componen este “II” (y que alcanza los 45 minutos de duración, los temas cortos no son terreno de Föllakzoid), los chilenos navegan –dirigiendo una nave espacial con una sala de mando llena de luces a lo Battlestar Galactica- entre galaxias a lo Neu!, entre supernovas del blues más hipnótico, cósmico y tóxico, con ligeros virajes hacia planetas donde suena el rock más groovy y lacerante de la Vía Láctea, para acabar aterrizando con la inmensa, expansiva y orgánica “Pulsar”. Quince minutos de levitación roquista para solaz de los psiconautas del guitarreo. Todo ello puede parecer demasiado confuso e inabarcable para los no iniciados en la psicodelia, pero en verdad os digo que este “II” puede llegar a gustar y a convencer a los novatos de los viajes astrales. Y esa es precisamente la gracia de este nuevo LP de “Föllakzoid”.
Sonidos siderales e intangibles intenciones para un mundo demasiado terrenal y transitorio.
Puntuación: 8/10
Lo mejor: Föllakzoid te hacen viajar sin moverte, que diría Jamiroquai.
Lo peor: Posiblemente el hipsterío los abrace con fruición para olvidarse de ellos al cabo de un par de tardes. No son un grupo fácil.
Te gustarán si te gustan: Neu!, Wooden Shjips, Black Sabbath.
Andrés Derrick


Desconocido para algunos, este nombre es parte de las nuevas bandas que están logrando cosas. La edición de ‘II’ por Sacred Bones es, justamente, su segundo registro por este sello neoyorquino, cuyo resultado musicaliza la convicción tras la propuesta.
Terminan los 15 minutos de “Pulsar”, último corte de este disco, y el silencio posterior es una reflexión que lo amerita, un espacio que sigue a una obra compacta, solidez que se capitula en cuatro ejercicios y esta última pieza que perfecto sella ‘II’, de Föllakzoid, su segunda edición bajo la etiqueta Sacred Bones (NYC).
Previamente, el grupo trabajó una primera etapa plasmada en dos registros, y una serie de presentaciones al alero de cierta brisa sicodélica que refrescó Santiago, junto a otras bandas que también consiguieron sendas ediciones en vinilo. Ya en este, su tercer disco, la apuesta cumple los tiempos y se exhibe un concepto muy bien logrado.
Las orientaciones de Föllakzoid nos dirigen al Kosmiche Musik, krautrock alemán con minimalismo, repetición y espacio como elementos primarios, siempre en clave motorik, en perfecta combinación de una banda con matices electrónicos. Un viaje lisérgico que en “Trees” y “9” tiene un excelente pasaje introductorio.
Ya en “Rio”, el tercer tema, aparece el rock con un tempo necesario, quitando las cuotas de minimalismo desplegadas en los dos primeros cortes. Acá las cuerdas se suman al galope de la batería. Este sonido se asimila al trabajo de Ripley Johnson (Wooden Shjips, Moon Duo), quien luego mezclaría un corte de este disco, en un split junto a otro remix de Psychic Ills, grupo anfitrión en la reciente gira de Föllakzoid por Estados Unidos.
Sucesivamente la extensión de los cortes crece, ampliando así el espacio en el que se desarrolla una idea de composición simple, canciones que despegan, planean y aterrizan con notable sutileza. También el disco amaina en “99”, dejando en la mencionada “Pulsar” un cierre certero de esta primera etapa, con tres discos y un sonido definido para este cuarteto, con inmejorable posición para extender su viaje.
Needle

De vez en cuando, llega un álbum con el que te sientes increíblemente cómodo, aunque nunca lo hayas escuchado antes. Este es uno de esos álbumes! Y volveremos con más Föllakzoid para continuar sacudiendo de psicodelia voladora, siempre tan eficaz para desempolvar almas destempladas.



Lista de Temas:
1. Trees
2. 9
3. Rio
4. 99
5. Pulsar

Alineación:
- Juan Pablo / bass, vocals
- Diego / drums
- Alfredo / synth
- Domingo / guitar





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